miércoles, 14 de noviembre de 2007

Rotorno

Regreso de una guerra a la que acudí sin armas
una guerra en la que no previne cómo defenderme
recorrí el sendero
me venció el aire
limpio y fresco,
falsamente fresco

regreso con muletas
mis dos piernas traen cicatrices
que
¿borrará el tiempo?

y cómo pensar en el mañana
¿cómo,
si la página se reescribe cada día,
si la palabra es puñal
no melodía?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Las muletas no son otra cosa acaso que la señal de parálisis de nuestras almas????? que la señal de imbecilidad de nuestros sentitmientos????
y la cicatrices, creo yo, son la carátula que llevamos marcada, mejor dicho rasgada, o como una rajadura tan zanjosa que te chupa y no te deja pasar hacia la página siguiente, y la deja en blanco, muy en blanco, sin melodías como ojos que se tapan las orejas para no hablar el puñal en la boca, para no tocar la melodía de la alfombra pisada en la mañana...



Muy profundo





Muy intenso

Pluvio dijo...

Anónimo 1, me has conmovido con la profundidad de tus imágenes paganas que ciertamente parecen salidas de mi propia boca, de mi propia alma paralizada en sus épocas por la polio.
Parafraseo tu comentario para decir que la poesía que nos convoca nos traspasa, nos penetra muy intenso, muy profundo, como un gol de Maradona en sus épocas mosas, allá cuando mi novia y yo bebíamos vodka de los pechos místicos de la juventud.
Señora o Señorita Belén,la invito a mi blog... pase por él e ilumínenos, encandílenos, penétrenos.
Muy lindo el perro.